martes, 11 de mayo de 2010
NANOTECNOLOGIA Y PRODUCCION ANIMAL
En el ámbito de la producción animal, la nanotecnología presenta un interesante potencial en diferentes campos relacionados con el control de la salud, la monitorización de funciones biológicas o la trazabilidad.
En la actualidad si un animal resulta afectado por una enfermedad, pueden pasar días e incluso semanas o meses antes de que los síntomas se hagan evidentes. A esas alturas la infección puede haberse extendido lo suficiente como para hacerse incontrolable y acabar con la vida de numerosos ejemplares.
VIRUS Y BACTERIAS
La nanotecnología opera a la misma escala que los virus o las bacterias y por lo tanto mantiene el potencial para una detección y erradicación tempranas. Por ejemplo, un sistema de tratamiento inteligente podría consistir en un dispositivo en miniatura implantado en el animal que muestrea saliva regularmente. Mucho antes de que aparezca la fiebre el sistema integrado de detección y control detectaría la presencia de la enfermedad y notificaría al granjero o al veterinario para activar un tratamiento adecuado.
Dispositivos fabricados a partir de moléculas de ADN, conocidos como “chips génicos” se están ensayando eficientemente para identificar diferentes sustancias biológicas.
También se han desarrollado experimentalmente nanotubos que implantados bajo la piel en vacas de leche pueden ser utilizados como sensores en tiempo real de los niveles de hormonas (estradiol). Esto permite conocer con precisión el estado del ciclo reproductivo del animal, ya que los nanotubos se unen al anticuerpo del estradiol en el momento del estro y lo revelan por fluorescencia en el infrarrojo.
Desde la perspectiva del tratamiento, se han utilizado nanopartículas para introducir fármacos y genes en las células afectadas por una enfermedad o bien para identificar y destruir determinadas células diana, por ejemplo, tumorales. En este último caso, se han empleado nanocristales cuánticos, elementos que se diseñaron en los años 80 para aplicaciones ópticas.
Cuando uno de estos cristales es excitado reemite luz fluorescente en una longitud de onda determinada que depende directamente del tamaño del cristal. Si estos nanocristales son inyectados en el torrente circulatorio de un animal pueden detectar células que funcionan mal y ponerlas en evidencia mediante la iluminación específica. Igualmente algunos investigadores han diseñado otros tipos de nanopartículas que pueden ser inyectadas en la sangre de un animal, y concentrarse en torno a un tumor. Si se sitúa al animal cerca de la luz infrarroja, las nanoesferas absorben rápidamente esta energía y se calientan hasta los 55ºC, quemando el tumor pero dejando los tejidos cercanos sin dañar.
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1 comentarios:
GRACIAS A ESTOS AVANCES TECNOLOGICOS HOY EN DIA SE NOS FACILITA EL CUIDADO DE LOS ANIMALES; DETECTANDO ASI ENFERMEDADES QUE LE PUEDAN DAR A NUESTROS ANIMALES PARA CURARLAS Y ERRADICARLAS A TIEMPO...
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